Reforma política: crónica de un hundimiento anunciado
Al igual que otros miembros de la bancada del Pacto Histórico, el presidente del Senado tomó distancia de la iniciativa y pidió que se hunda.
Barreras –quien es nada menos que el presidente del Senado– rompió el documento en plena sesión y dijo: “Esta es mi posición sobre la reforma política”. Lo anterior, tras la inclusión de polémicos artículos que no solo daban vía libre a la reelección automática del actual Congreso en 2026, sino que permiten la puerta giratoria para que congresistas puedan ser ministros.
“Le pido hoy al Gobierno y al ministro del Interior que retire esta reforma política. Nos quedan tres años para que hagamos la reforma profunda, abierta y de cara a la ciudadanía que el país necesita”, declaró el congresista.
Si bien Barreras defendió que hacer una reforma política es un mandato de quienes votaron por el “gobierno del cambio”, reclamó que una reforma sin lista cerrada paritaria de género “no vale la pena”.
“No hay cambio en la política colombiana si no se reforma profundamente (…) el clamor por la lista cerrada era el eje de la reforma. Escuché en los últimos días una estigmatización de la reforma y, luego una intención de desvirtuar la lista cerrada, de buena fe. La combinación de las dos cosas hizo que no haya, además, financiación estatal ni una autoridad electoral independiente.
No obstante, el presidente del Senado defendió que “quedan 3 años para hacer las reformas que el país necesita” y que buscarán eliminar también la circunscripción especial de Senado, “que terminó siendo un adefesio y eliminó la rendición de cuentas de los senadores en sus regiones”.
Previamente, el presidente Gustavo Petro le dio el golpe de gracia a la reforma política que su propio Gobierno había presentado al Congreso, al anunciar que en ella ya “no queda ningún tema progresista”.
n su acostumbrada jornada de trinos mañaneros, el Jefe de Estado publicó: “Creo que en la reforma política no queda ningún tema progresista. Sin listas cerradas y cremalleras, es decir que permitan igualdad de curules para hombres y mujeres y sin financiación estatal de las campañas, la reforma no aporta a un avance en la calidad de la política”.
Este anuncio es el preludio del hundimiento del proyecto, que estaba levantando ampolla entre los partidos políticos y la opinión pública por cuenta de varios “micos” e irregularidades detectadas en sus artículos.