El mal rato al que fue sometido cachorro de asistencia emocional de una niña
Asombrados por todo lo que han tenido que sortear para que el pequeño Rocky pueda llegar a Canadá se encuentra la familia Rey Bohórquez, la cual adquirió recientemente el ejemplar de bulldog francés como mascota de asistencia emocional de la pequeña Miranda, una niña de 5 años diagnosticada con autismo desde hace unos años.
La historia comenzó el pasado 3 de noviembre, cuando José Darío Rey y su esposa María José Bohórquez llegaron con su hija vía aérea por Cartagena, en búsqueda del cachorro que se le tenía como regalo a la niña.
“El 3 de noviembre de 2023, junto con mi esposa y mi hija, a través de la aerolínea AIR Transat (Vuelo TS0158 a las 6:40 a. m.) viajamos a la ciudad de Cartagena con el objeto de recoger en Barranquilla a un perro cachorro de raza bulldog francés, de cuatro meses de edad, que había comprado día antes mi cuñada LLBT”, encabeza la noticia criminal en contra de personas “indeterminadas” por el delito de maltrato animal.
A reglón seguido, la familia señaló que entre el 3 y el 10 de noviembre “compartimos en familia con la mascota, cuidándola e integrándolo al seno de nuestra familia, siendo bautizada como Rocky”.
Paralelo a eso, al animal se le practicaron todos los exámenes de laboratorio y procedimientos para que el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, autorizara la salida del perro del país con destino a Toronto, Canadá, entre esos “Certificado de sicología, certificado veterinario internacional de vacunación, carné de vacunación con sus respectivos stickers, y certificado internacional de desparasitación interna y externa de fecha del 9 de noviembre…”.
Previo al retorno de la familia a territorio canadiense, según la denuncia expuesta ante la Fiscalía, José Darío Rey habría tratado de comunicarse con la aerolínea para reservar el cupo de su mascota, pero no tuvo éxito.
“El día 10 de noviembre de 2023, día del vuelo de regreso, me acerqué personalmente a las dependencias del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, ubicadas en el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez de la ciudad de Cartagena para tramitar el certificado de inspección sanitaria de animales, producto de origen animal y biológicos, debidamente expedido mediante documento número CIS-31-00745-23 de fecha 10 de noviembre de 2023”, reza el documento.
Luego de eso, la familia se habría dirigido con el cachorro Rocky al ‘counter’ de la aerolínea AIR Transat para comprar el boleto del animal, pero allí les dijeron que “no podía viajar porque su asiento en el avión no había sido reservado con 72 horas de anticipación. Cabe anotar que las mascotas de razas pequeñas no viajan en asiento individual, sino ‘In Lap’ o en las piernas de su responsable”.
No obstante, representantes de la compañía de vuelo les habrían manifestado exponer el caso ante un número de atención al cliente para recibir la autorización del embarque del canino, la cual no llegó a concretarse.
“La respuesta fue: no nos encontramos en capacidad de ayudarlo…, los únicos que tienen la autoridad para tomar la decisión de si su perro viaja o no es la directora del counter del aeropuerto”, señaló Rey.
Cuando se pensaba que la odisea iba llegando a su fin, según los denunciantes, en el counter de la terminal comunicaron que: “Aún si paga el cupo del perro, este no puede volar porque no reservó con antelación. Las reglas son las reglas, deben decidir entre tomar el vuelo o quedarse con el perro”.
La situación fue tan extrema que los Rey Bohórquez debieron dejar el animal con un tercero en Cartagena para no perder el vuelo.
El tiempo en que estuvo expuesto en salas del aeropuerto, de acuerdo con la denuncia, llevaron al animal a un “estado de shock, aislamiento, deshidratación, vómito y diarrea”.
Hoy el animal permanece bajo vigilancia veterinaria y a la espera de que por fin pueda tener su asiento en el avión para reencontrarse con la pequeña Miranda.
La familia pide la intervención del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal, Gelma, con el fin de que situaciones como esta no se vuelvan a repetir en terminales aéreas.