Comerciante denuncia estafa tras el alquiler de su carro en Barranquilla

Sin embargo, el 8 de febrero el comerciante le cambia el carro al cliente por otro que acababa de adquirir, un Chevrolet Spark GT, color gris y modelo 2012, dejando en el mismo valor diario pactado por su uso.

“Todo siguió funcionando normal hasta el 1 de marzo, de ahí en adelante el cliente no volvió a pagar las cuotas por el servicio, además me bloqueó y perdí todo contacto con él. Empezó a poner trabas, a decirme que aplazaba el pago. Yo empecé a pedirle que me devolviera el vehículo y 15 de marzo se desaparece”, explicó la víctima.

El negociante, preocupado por la situación, fue hasta el lugar de residencia del cliente, ubicada en un edificio del barrio Miramar, en el norte de Barranquilla. Y allí, según su relato, tuvo que esperar casi 24 horas hasta que apareciera el hombre. En diálogo con este, en presencia de policías, le comunicó que “el carro lo tenía empeñado pero que se lo iban a regresar para el 31 de marzo”.

“El 30 de marzo, un día antes de la supuesta entrega, el cliente me llama y me indica que el carro está en la ciudad de Santa Marta, más exactamente en el corregimiento de Gaira”, detalló.

Entonces, el comerciante, con los pocos datos recolectado, se fue hasta el mencionado sector y ahí logró encontrar su vehículo estacionado en un negocio de pignoración, donde había sido dejado en prenda de garantía por el pago de una deuda, pero que además tenía en su historial varios “empeños” a diferentes personas bajo la utilización de documentos falsos.

“Me dijeron que había sido dejado ahí por 13 millones de pesos y luego que por 16. Que toca pagarlos para que me lo devuelvan”, dijo.

Ante esa situación, el comerciante fue a una Estación de Policía en Santa Marta para tratar de conseguir ayuda para reclamar su vehículo. El segundo paso fue interponer la denuncia por estafa y abuso de confianza contra el sujeto que negoció con él en Barranquilla y los dueños del lugar donde fue dejado en depósito el automotor.

Pese a eso, de acuerdo con lo manifestado por la víctima, ya pasó la mitad del mes de mayo y aún no ha podido recuperar el automotor.

“En la Fiscalía me dijeron que hay varios procesos y que se debe esperar para que se resuelva el mío”, añadió.

El temor del comerciante es que mientras espera, su vehículo pueda ser desvalijado y entonces sí pueda perder parte del patrimonio de su familia. A esta situación se le suma unas llamadas intimidatorias que ha recibido luego que hiciera publicó el hecho en redes sociales.