Caso Samuel Cárcamo: la muerte de un niño que pudo evitarse
En el barrio Conidec y en el conjunto residencial Las Cayenas, en la misma jurisdicción de la localidad Metropolitana de Barranquilla, aún se habla del caso del menor Samuel Cárcamo Chaurio, quien murió el pasado domingo 19 de noviembre de manera violenta tras una serie de abusos dentro de su propio hogar y por los que hoy es procesado ante la justicia Elio Enrique Bracho Briceño, su padrastro.
El viernes anterior el juez Tercero Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías, encargado de las audiencias preliminares en contra de Bracho Briceño, compulsó copias a la Fiscalía para que se investigara la conducta de la madre del pequeño, la mujer identificada como Rossana Carolina Chaurio Zambrano, de la que la Fiscalía señaló que había “mostrado desinterés” y había sido “permisiva”, en el contexto de los ataques que sufrió su hijo.
Recordemos que Chaurio Zambrano llevó a su hijo ese domingo a las instalaciones del Camino Ciudadela 20 Julio y en este centro asistencial los médicos no certificaron su deceso por aparentes signos de violencia. Con el paso de los días, Medicina Legal certificó que el menor había fallecido de manera violenta por traumas en el cuello, tórax y abdomen, por lo que se ordenó la detención de Bracho Briceño, quien estaba a cargo de su cuidado.
En esa línea, la Fiscalía reveló además algunos testimonios de personas cercanas al pequeño Samuel, quienes afirmaron que este manifestaba antes de su muerte que era sometido a extrema violencia en su propia casa. Las declaraciones ahora hacen parte del material probatorio que tiene el ente acusador en contra del procesado.
“El niño siempre se veía con moretones en el rostro y en la barriga. Golpes en las costillas, mordeduras y, a su vez, el niño dijo en una oportunidad que su padrastro le había dado un puño en el estómago… El niño le temía al hombre porque lo torturaba. Una vez lo dejaron de pie todo un día en la ventana de la casa, en bóxer, para que la gente lo viera. Y en otra oportunidad, el pequeño dijo que estaba cansado porque había dormido como un loro, es decir, que lo habían puesto a dormir de pie”, narró el representante del ente investigador, basado en los testimonios de las personas cercanas al niño.
Pero ahora, según se conoció, este caso entró en el radar de la Procuraduría General de la Nación para establecer si algún funcionario público dejó de actuar en torno a las denuncias por violencia doméstica que se hicieron y que eran evidentes en el cuerpo del niño.
Incluso se habla de que funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) sabían del caso desde hace algún tiempo, pero, aparentemente, nunca alertaron a la Policía de Infancia y Adolescencia el escenario en el que se encontraba el menor.
Este martes 28 de noviembre, la Seccional Atlántico de la Fiscalía informó que Elio Enrique Bracho Briceño fue enviado a un centro carcelario mientras continúa el proceso judicial por los delitos de homicidio y tortura agravados.