Iván Cepeda anuncia que hará ajustes a proyecto de ‘obstrucción a la paz’

A tempranas horas de este viernes 17 de noviembre el senador Iván Cepeda anunció que retirará y volverá a presentar —con ajustes— el proyecto de ley que convertirá en delito la obstrucción a la paz.
La reciente noticia fue revelada por el mismo Cepeda en diálogo con ‘W Radio’, teniendo en cuenta que el proyecto de ley 192 de 2023 fue radicado ante el Congreso de la República el pasado martes 14 de noviembre.
El senador del Pacto Histórico ha sido duramente criticado desde que se conoció su propuesta en los últimos días y desde redes sociales ha salido a defender el proyecto de ley.
“Un sofisma que he leído hoy de algunos representantes de la oposición: mi propuesta legislativa de tipificar los crímenes contra la paz buscaría silenciar sus críticas contra los procesos de paz y perseguirlos. No hay nada más fácil que controvertir las ideas que alguien se inventa y le atribuye a otro. Disparates y no argumentos. Ese es el nivel del debate con ellos”, escribió Cepeda en su cuenta de X.
Uno de los que arremetió contra Cepeda fue Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación, quien el pasado jueves no dudó en expresar su desacuerdo ante dicha propuesta.
“El senador Cepeda, que pareciera fungir en ocasiones como vocero del presidente Petro, busca dos cosas. Por un lado, que los servidores públicos sean indebidamente judicializados por defender las instituciones cuando, bajo la excusa de la paz, se quiera suplantar el Estado derecho por la criminalidad, tal como está sucediendo en Colombia”, manifestó Barbosa a Semana.
El fiscal aseguró que con este proyecto, la oposición podría pagar “cárcel hasta por 15 años en Colombia” si se critica la paz total del Gobierno Petro.
“Quieren mandar a la cárcel a servidores públicos y particulares, incluidos periodistas, por pronunciarse sobre iniciativas y procesos en ejecución que tienen que ver con la polémica paz que está negociando el presidente Petro (…) Resulta curioso: para perseguir la legalidad sí les funciona la cárcel, pero para negociar con criminales la cárcel es nociva. Son una vergüenza“.